Clima

 

La temperatura ideal para el cultivo de cebollas es entre los 13ºC y los 25ºC, pero la cebolla es una planta muy resistente y puede soportar otros climas.

 

Luz

 

Un factor fundamental en el cultivo de cebollas es elegir cultivares adaptados al fotoperiodo de tu región, o sea, a lo largo del día o del tiempo de hora luz por día. Básicamente existen cultivos de días cortos y otros de días largos. Los de día corto, precisan de 10 a 12 horas de luz por día, mientras los de día largo necesitan de más de 12 horas de luz por día.

 

Suelo

 

El suelo debe ser bien drenado, fértil y rico en materia orgánica. La cebolla no es exigente en cuanto a la disponibilidad de nitrógeno.

 

Riegos

 

La cebolla debe ser regada con frecuencia para que la tierra se mantenga húmeda durante la etapa de crecimiento de la planta. Disminuya la frecuencia de riegos cuando los bulbos estén creciendo. Cerca de la época de la cosecha hay que parar completamente con los riegos.

 

Cómo plantar

 

La siembra puede ser hecha con semillas o con pequeños bulbos producidos especialmente para la plantación. La siembra de semillas generalmente se hecha en semilleros y el trasplante de las mudas para el local definitivo ocurre entre los 40 y 60 días después de sembrar. Los bulbos son plantados directamente en el local definitivo de la huerta.

 

Cosecha

 

El tiempo necesario para realizar la cosecha de la cebolla varía mucho, pudiendo ocurrir a los 85 días o hasta casi 300 días después de la siembra. Esto depende del lugar en donde se van a plantar y de la estación del año en la que la cebolla es cultivada.

 

Para consumo inmediato, arranque los bulbos cuando crea necesario. Para almacenar los bulbos por hasta algunos meses (de 3 a 6 meses dependiendo de las condiciones de cura y almacenaje), espere hasta que las hojas más viejas se queden secas y los bulbos adquieran el color característico. Arranque la planta entera, sin que las hojas se suelten del bulbo.

 

La cura es el proceso en que la cebolla pierde el exceso de agua. Consiste en dejar las cebollas secando al sol entre 3 y 10 días, dependiendo de la temperatura e intensidad del sol. Después de este período, cuando las hojas y la camada externa de los bulbos estén completamente secas, las cebollas pueden ser almacenadas en locales frescos y secos, en trenzas hechas con las propias hojas, atadas en tendederos de madera o bambú, o en cajones de madera cortando las hojas y dejando apenas los bulbos. Es importante para la conservación de las cebollas mantener los bulbos secos y con buena ventilación.